MI ENCUENTRO CON AMC

Mi relación con AMC fue fortuita, he de remontarme  unos años atrás, una situación personal inesperada como fue la enfermedad de mi madre me llevo a dedicar algún día a cocinar para ella y mi padre. Me organice en su cocina y saque de un armario unas ollas relucientes con las que me puse manos a la obra; comentando con mi madre que había sacado esas ollas me comento que podía utilizarlas tanto para hacer los sofritos como para cocer los guisos que las había comprado a una señora que conocía y que le habían costado carisimas, pero que no las utilizo mucho para que no se estropearan.El resultado fue espectacular, no tenía que utilizar sartén y ollas a la vez, en un solo utensilio podía realizar la receta; la limpieza también me sorprendió, ya que era sencilla y con un resultado sorprendente; este periodo pasó y mi madre encontró una persona que hoy en día va a su domicilio ha cocinar varios días a la semana.  Le pregunte a mi mujer que si no podíamos nosotros cocinar de esa forma con nuestra batería y me dijo que no que esas ollas eran especiales.

No hace mucho tiempo durante el pasado otoño mi mujer y yo decidimos dar un paseo por una exposición que se realizaba en el recinto ferial de mi localidad denominado "Tu boda", en la cual distintas empresas relacionadas con el sector mostraban sus productos y los servicios que ofrecían, durante el recorrido por dicha exposición una joven se nos acerco para ofrecernos unas clases de cocina que iban a ser impartidas por la tarde en mi localidad, ante dicha propuesta y teniendo tiempo para asistir en la fecha que se nos proponía nos apuntamos.

El día de la clase tomamos café y nos dirigimos a las clases con incertidumbre de lo que nos iban a ofrecer, al llegar al lugar que nos citaron vimos que se trataba de un local donde en su interior se mostraban los productos AMC, y fue entonces cuando al ver fotos en la pared de baterías relacione esos productos con los que yo utilicé en casa de mis padres y que tan buen resultado me dieron.